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miércoles, marzo 30, 2005

Cuando llegó semana santa hace un año, escribí un post que decía:

"la casa nunca estuvo tan en desorden. Felices pascuas"
Evidentemente a nadie le pareció lo simpático que me pareció a mí (y no creo que haya alguien -al menos argentino- que no entienda la relación de las pascuas y el orden de la casa) porque nadie lo comentó.
Este año comprobé que mi cabeza funciona inconscientemente con las efemérides, o que la vida está llena de sospechosas casualidades.
Porque justo para el final del sábado, los 3 grandes asuntos "históricos" de mis relaciones sentimentales encontraron el lugar que les corresponde verdaderamente en mi cabeza. Por lo menos creo haber aceptado y acordado con lo que entendí hace bastante tiempo para cada caso. Veremos, eso sí, cuánto dura, y cuán fiel puedo serle a mi nueva concepción.
Lo curioso fue que todo confluyó en esta semana.
Se puede decir entonces que ahora sí la casa está en orden???

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miércoles, marzo 23, 2005

Eric Hobsbawm, probablemente el historiador más reconocido de las últimas décadas, escribió un libro que se llama "sobre la historia".

Al reingresar al mundo de los blogs se me ocurrió cliquear algunos links... eso me hizo dar cuenta de por qué dejé de hablar drásticamente con alguna gente (y también de que el tiempo no surte ningún efecto sobre la gente); fue ahí cuando se me vino Hobsbawm a la cabeza y se me ocurrió que "sobre la histeria" sería un buen título para el post.

Me costaría mucho analizarlo con los hombres, porque no entiendo los códigos de la histeria masculina (de la cual no me excluyo, mas es inconsciente) pero con las mujeres se vislumbra a kilómetros. Y me di cuenta también de que no es una casualidad...

¿Qué es la histeria? La psicóloga habitué puede hacerme de asesora científica. Pero en lo que a mí respecta, la histeria es "tirar la pieda y esconder la mano"; no hacerse cargo de lo que transmite verbal, física o actitudinalmente.

La pantalla es el mejor "protector" y fomentador de la histeria. Porque presencialmente, la histeria tiene un límite: llega el momento en el que ni aún la más perversa de las histéricas puede desconocer que si calienta hasta un nivel, el tipo va a reaccionar mandándola a la mierda, o violándola. Entonces presencialmente, la "calentada" tiene un límite.
Pero la computadora permite decir, desdecir, hacer, deshacer, y mantener un juego que podrá no concretarse nunca y perpetuarse. Situación ideal del histérico, la pantalla es esa instancia donde la intelectualidad se permite esta situación antinatural donde hombres y mujeres (no ya nenes y nenas) juegan a ser hombres y mujeres, pero sin sexo. Eso no existe, no es ni hombre ni mujer; cualquier ignorante en materia psicológica sabe que la construcción psíquica del individuo se origina, basa y fundamenta en su sexualidad física, que luego irá encontrando formas intelectuales elaboradas propias de cada uno. Entonces no existe argumentar que no somos hombres, ni mujeres ni nada.... la asexualidad no existe, mis queridos ingenuos... Aquellos que quieran abrir los ojos al mundo, adelante. Los demás, sigan perdiendo su tiempo.

Las mujeres que me consideren "primitivo" y que crean que tienen un millón de amigos como Roberto Carlos, sigan así que hay pocos castigos peores que esos (creer que se tiene un millón de amigos y ser como Roberto Carlos...)

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martes, marzo 22, 2005

Gracias por venir

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lunes, marzo 14, 2005

A los morbosos que vengan del blog de Gloomy a ver algo de su post sobre mí lamento decepcionarlos al avisar que eso quedó, tanto para él como para mí, en un malentendido, así que aquí (ni allá, seguramente) verán espectáculo al respecto.

Pero lo que saqué de leer el post fue el recuerdo de una situación muy particular a partir de la evocación de un personaje que hizo Gloomy: la "ex alumna CNBA".
Es raro porque no se cumple (por lo general) con los varones. Tengo varios compañeros ex Buenos Aires y no son así. Pero vaya uno a saber por qué motivo confluyen en "el colegio" (así le dicen; porque no hay otros sobre la faz del universo) factores que, combinados con la feminidad, explotan en una soberbia desagradable. Podría llenar este post de caracteres intentando describir y analizar el perfil chica Nacional Buenos Aires, pero creo que una anécdota es más ilustrativa, y divertida para quien no le interese participar de la crítica. Aclaración innecesaria: como en toda generalización existen las excepciones. No me las he cruzado, pero deben existir, qué se yo...

La anécdota es real, le sucedió a un amigo mío muy cercano. Se trata de un gran violoncellista (y muchas cosas más, pero lo que concierne a la anécdota es eso) desde su infancia que a los 18 años, momento en el que transcurre esta historia, ensayaba de lunes a sábado por la mañana en la Estable del Colón. Como iba a irse a perfeccionar sus estudios a Alemania se anotó para empezar un curso de dicha lengua en los extracurriculares de la U.B.A. los sábados a la tarde.
La primera clase el profesor pregunta a todos para qué estudian Alemán. Todos responden "para trabajar, para viajar, para conocer la lengua". Ella responde "para leer en idioma original algunos clásicos: Goehte, Marx, Hegel..."

Hasta ahí todo normal. Lo gracioso ocurrió el sábado siguiente, cuando (por segunda vez) mi amigo llegó a clase con el estuche del violoncello tras el ensayo. Como se imaginarán, no es un piccolo que entra en un bolsillo ni una traversa o un oboe que entran en una mochila. Y por lo general, al menos por su tamaño, se hace notar.

Sin resistir su desplazamiento del centro de atención no dudó en encararlo, y delante de todo el mundo le preguntó:

"vos eso lo tocás, o simplemente lo paseás??"

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Estos degenerados de Mac...


Mi padre no entiende que no necesita seguir haciendo de Papá Noel cada vez que vuelve de un viaje... Pero bueh. Es grande y ya no lo puedo cambiar.
Lo que tengo que hacer ahora es aprender a usar esta cosa, más pequeña que mi dedo mayor.

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martes, marzo 08, 2005

RELOAD

Por la dignidad, al menos hice limpieza y saqué esas telarañas. No compré cortinas nuevas, porque eso ya sería otra cosa.

A pesar de lo que me imaginé, me alegra que nadie lea; lo siento íntimo.

Y a los vengan y no entiendan nada (todo aquel que caiga al azar) les cuento que perdí mis comments (no siempre fui tan impopular) y mucha de la historia de este blog se explicaba más en ellos que en los posts.

Por lo demás... bienvenidos a todos los que, por nostalgia o por accidente, vengan a parar acá.

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