<$BlogRSDUrl$>

lunes, junio 13, 2005

Nostalgias 

Es notable que hace casi 70 años Cadícamo haya expresado tan perfectamente algo con lo que me pueda identificar palabra por palabra.

|

jueves, junio 02, 2005

Zoon Politikon 

(para el que tenga paciencia, lo que vale del post está por el final... es excesivamente largo esto)

La dinámica del blog sigue sin ser una cosa simple.
Deja de tener un poco de sentido en la medida en que uno empieza a escribir porque saber que lo van a leer, entonces pasa a usar este espacio para comunciar cosas que no dice directamente a terceros que uno sabe que pasan por acá.

Eso es una cagada en la medida en que adapta y transforma el discurso original demasiado a la otredad y le da poco espacio al fluir espontáneo (que nunca es tal, pero en estos casos, hasta parece que hasta se anula)

Sin embargo, algo escapa a ese ámbito en extremo recurrente sobre el cual deambulo últimamente; el uso de la palabra "escape" no es gratuito, creo, en la medida en que logró reencuadrar un foco que apuntaba a un mismo círculo vicioso...como una fuga de tipo pulsiva preservándome de ciertos males.

¿¿¿A quién se le hubiera podido ocurrir que la política cumpliría esa función???
La mayor parte de la gente que me conoce, me distingue como "el pesimista". ¿Qué confianza en el desarrollo de un proceso político puede tener alguien que estuvo el 19 de diciembre en la plaza y salió corriendo detrás de gases, puteando una vez más, como Manolito al salir de la peluquería? ("no sé para qué cuernos...")

Sin embargo, esas cosas que suelen ocurrir rompen con una tradición e inauguran nuevas etapas. Un proceso coyuntural específico requirió la presencia de 400 estudiantes (una bocha) en el aula más grande de la facultad. La función originaria del espacio era decidir cómo resolver un problema de acefalía que se había generado por un equilibrio de fuerzas que requería un desempate (ahí entrábamos nosotros). Resulta que en realidad la asamblea había sido convocada para "discutir" un candidato para un director, pero al llegar ahí resultó que la posibilidad era una sola, y era, casualmente, la del líder del partido que convocó a la asamblea. La desconfianza a la que llevó ese manejo nos empujó a resolver no legitimar esa situación, y empezaron a armarse grupos de discusión y a preguntarse unas cuantas cosas interesantes para preguntarse.
(esto de acompañar con alguna materia de Filosofía se pone interesante... preguntas, preguntas... más preguntas...)

Y eso permitió el juego. Permitió decir "y si jugamos a empezar a romper con todas esas cosas que bajan desde un lugar incuesionable?" Y si logramos construir una dinámica que no obedezca a nada que baje de ningún lado?
No es la primera vez que los estudiantes de Historia nos enfrentamos al significado de la política.
Conocemos hasta el hartazgo la evolución de determinados sistemas políticos y sus características degenerativas. Pero eso nos llevó al análisis... y un grupo (entre el cual me incluyo) pensamos en la idea de un espacio a partir del cual la política deje de ser pensada con una lógica centrípeta, donde todo lo que se arma termina confluyendo en un centro vertical, en la cima de la pirámide, donde alguien toma la decisión.
Y si no hay una decisión?
Y si no hay un centro?

Si reflexionamos en cómo tendemos a pensar con una lógica copernicana de un centro, terminamos en el callejón de la necesidad de quien tome las decisiones. Sin embargo, Kepler descubrió que las órbitas de Copérnico no eran circulares... eran óvalos... y a la mierda con el centro, en ese caso; lo que determina ese movimiento son los focos.
Entonces cuál es la forma de evitar ese centro?
Dejando que exista, no negando su existencia, pero custodiando su vacío a través de los focos. Y eso se me ocurrió que se logra con gente identificada en sí misma, y por los demás. Y ahí es donde vuelve la noción de "política" en su sentido etimológico original. La naturaleza política del hombre aristotélica no era más que la comunidad de seres humanos que necesitan vivir en sociedad. La política es la integración del hombre, y lo que de ella se deriva: la organización social, la economía, el arte, el conocimiento... La base de este sistema de funcionamiento era un grupo de gente que se conocía perfectamente. Si perdemos la identidad que nos corresponde como individuos llegamos al anonimato que nos hace consumir facultad, reproduciendo una lógica que nos impide producir, hasta que llegue el día donde nos den el rollito con el título y nos enfrenten a un curso a vomitar datos. No. Y si pensamos en romper el sistema de cátedras? Si logramos un sistema de cursos temáticos, donde la gente lea y dispare sus conclusiones en una ronda, apenas coordinada por alguien que pueda (a partir de un mayor manejo de los texos) ampliar los horizontes de esas exposiciones? Si cambiamos las formas de evaluación de vómito de datos (estoy insistente con esa idea de devolución visceral involuntaria) en los parciales presenciales, a formulaciones propias a partir del trabajo con los textos a partir de una línea interpretativa personal?
Podremos mantener, en esta línea, una forma de movimiento que tome en estas directivas el manejo del gobierno de la carrera?
Las decisiones parece que apremian. Pero hasta ahora, parece que llegaron en los momentos requeridos, a partir del debate, como una decantación lógica. Podrá eso ser así siempre? Y si no?
Es, sin duda, un proyecto ambicioso. Probablemente, no concluya. Pero la experiencia de la praxis con la cual los historiadores debemos contar para pensar nuestro estudio, va a convertir este proceso en un aporte invalorable para nuestra formación.
He dicho.

|