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domingo, agosto 28, 2005

Un día de impresiones (huellas) 

Cuando le dije a mi padre que había ido a sacar fotos al cementerio de la Recoleta me contestó "es como leer un libro de Historia, viste?".

Lo que más me impresionó de ese cementerio fue la tumba de Eva Perón. Básicamente porque... estuvimos casi 3 horas y la encontramos recién 15 minutos antes de irnos.
Allá está, en un rincón, en la mini-bóveda de los Duarte, en una calle lateral.
Al entrar, ni bien sacábamos las primeras fotos un grupo de turistas se acercó a preguntarnos dónde estaba la tumba de "Efita". Desconcertado (si en algún lugar no me imaginaba que iba a terminar tan tironeado cuerpo era precisamente ahí, aunque nunca fue una cuestión que me quite el sueño) no atiné a transmitirle más que mi confusión. "Está acá??", y el turista se dio cuenta de que debía buscar por otro lado.
Alvear, Pellegrini, Mitre, Sarmiento, Lavalle (y Dorrego), Rosas detrás de la sombra de Alberdi, Figueroa Alcorta, los Alsina, Roca, Riccieri, el mausoleo de la UCR... Todos tienen sus monumentos. Inclusive algunos arquitectónicamente deslumbrantes, como el de Leloir.
Sin embargo, los turistas seguían deambulando, buscando a una Eva, a la cual parecería que finalmente alguien logró esconder. Así pasaban indiferentes delante del monumento a los caídos en la guerra del Paraguay, donde un soldado de uniforme está enfrentado a un campesino con un fusil. O ante las A encerradas en un círculo en las placas de la violenta escultura de la tumba de Falcón. O ante la pintada en un rincón abandonado:
"cuando los zurdos cantan la patria llora".


Aquel día no fui solamente al cementerio; pasé también por la Facultad de Derecho y entré; me produjo una conmoción profunda, a partir de muchísimas cosas que no me sorpendieron, pero no pudieron dejar de impresionarme.
Al entrar, me impresionó el tamaño de un cartel que dijera tan sinceramente "FRANJA MORADA" (en otros espacios se refugian de los huevazos con algunos nombres un poco menos chocantes).
Me impresionó ver un guardia de seguridad. Me impresionó ver el sol detrás de una ventana brillando en el río; me impresionó ver el pasto tan cerca. Me impresionó ese riñón, con flor de pileta climatizada, un gimnasio y una cancha de básquet/fúbtol 5.
Pero de todo eso, lo que más me impresionó fue la detención que hice en la puerta de un aula. Los que estaban sentados atrás (los únicos que me llegaban a ver) me miraron bastante mal; no les gustaba que un extranjero se asomara a una clase. Algo ahí estaba fuera de lugar, y efectivamente tenían razón. Lo único que pude escuchar fue, cuando llegué, que la profesora preguntó
-"...y ¿qué podemos decir entonces de la acción de sufragar? del voto? qué es?"
Como yo había empezado a escuchar ahí no tenía idea de dónde vendrían, ni a qué apuntaba la pregunta; más aun teniendo en cuenta el sepulcral silencio que recorrió el aula después de la pregunta.
Hasta que alguien se animó.
-"obligatorio" atinó a contestar uno de los de adelante, esos que estudian.
-"muy bieeeeeen." contestó la profesora con un amable tono maternal. Hasta ahí pensé que se iba a corresponder con algún sarcasmo. Pero lejos de hacerlo levantó las cejas, inclinó la cabeza y preguntó "y qué más?"
Tanto el amigo que me acompañaba en esa aventura como yo, no resistimos la tentación para esperar que algún iluminado recordara que también es, por ejemplo, secreto; tuvimos que escapar disimulando carcajadas que disfrazaban nuestra incredulidad.

Ese día pasaron muchas otras cosas que no contribuyen a esta reflexión. Pero con estas dos visitas descubrí que no estuve leyendo un libro de historia (acaso hay algo más vivo en esta ciudad que ese cementerio? Con el principal centro turístico-recreativo alrededor??). Ese día fue mucho más:

Fue leer cómo se escribió y se escribe la historia fuera de los libros; en huellas... en impresiones.

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viernes, agosto 26, 2005

Mis problemas empiezan cuando quiero encontarle una respuesta a las cosas. Sobre todo, por el éxito que suelo tener al proponérmelo.

Eso llevó a que pocas veces pueda decir "no sé por qué hago esto/me pasa esto/LE pasa esto." Y nunca concebí que fuera imposible saberlo alguna vez.

Cada día entiendo menos cómo hizo la gente (empezando por mí...) para soportarme!!!!!!

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miércoles, agosto 24, 2005

Ya nada es como antes de la guerra. 

¿¿¿¿¿¿Cómo puede ser que por caminar 4 cuadras (8; 4 de ida y 4 de vuelta) abajo de la lluvia desemboque en un 38º???????

(update... 39. Si llego a los 40, prometo que me emborracho!!!)

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jueves, agosto 18, 2005

llamado a la solidaridad 

POR FAVORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
SAQUENME EL EMPIRE EARTH DE LA COMPUTADORAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

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martes, agosto 16, 2005

Hace muchos años (como 10... la mierda, qué viejo que estoy) a Pat Metheny lo escuché decir una vez, en un seminario:

"si no se te ocurre nada para decir... mejor no digas nada."

Si bien el legendario guitarrista de jazz lo decía en relación a la improvisación, creo que aplica para varias cosas, aunque yo no siempre pueda cumplirlo.

De ahí que se vaya otra semana sin un post.

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martes, agosto 09, 2005

Anécdota? 

Para contar esto tengo que explicar algunas cosas.
Resulta que a principios de este año se me dio por empezar a tocar el bandoneón.
Hace muchos años que coqueteo de distintas maneras con la música y desde hace muchos años le tenía ganas a ese instrumento. Pero mi forma de llegar al bandoneón no es la cuestión.
El domingo se me dio por salir un rato, y como estaba realmente lindo el día me fui a Palermo, 3 de la tarde, solcito, algún helado después de comer, etc. Y como tenía que estudiar un rato (bandoneón) me lo llevé, porque un domingo en un departamento no se puede tocar.
Entonces, me fui a un rinconcito medio alejado y me puse a tocar un rato.
Al pasar, un señor que tenía unos palillos de batería en la mano detuvo su trote para escucharme tocar. Al terminar el tema, se me acercó y me contó que tocaba en una formación que se llamaba Alas. Yo lo miré como cuando me citan autores de Filosofía que no conozco (con esa sonrisa amable como diciendo "Me encantaría saber de qué estás hablando... pero no es el caso") y enonces me contó la historia de esa banda.
Me hubiera gustado ver las distintas etapas de la transformación de mi cara mientras el tipo iba contando los detalles.
La cuestión es que tocaron con Mederos, con Marconi pero se fueron llenando de otros laburos y ahora están tocando con Binelli, que está entrando en lo mismo; siempre muy ocupado, por la orquesta y los laburos de afuera, entonces no se puede nada... Me dijo "entrá a la página y ahí está mi mail; necesitaríamos gente para que, teniendo las partes de lo que nosotros tocamos, si sale una gira por Europa, o Japón esté disponible...".
Claro, no le di mucha bola. Inclusive llegué a olvidarme de que había sucedido, hasta que dos amigos a los cuales se los conté hoy, me dijeron "y qué estás esperando, infeliz?"
Para mí era una simple anécdota de domingo. Como me dijo uno de esos amigos recién, "de última te firman un autógrafo y te vas contento".

Por qué mi vida tiene esos giros que me sacan de centro todo el tiempo???

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lunes, agosto 08, 2005

Se me reflejó el problema del post anterior en una contradicción conceptual entre dos musiquitas en las que estoy trabajando: "Uno" y "Años de Soledad." Creo que el problema está expresado en la primera, y el camino en la segunda.

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With or without you? 

Lo que tiene de maravilloso darse cuenta de todo lo hermosa que ella convirtió tu vida, y entonces preguntarse "¿qué había sido mi vida hasta ella?" se amplifica en lo que tiene de terrible cuando la pregunta pasa a ser "¿y ahora cómo hago para SEGUIR sin ella?"

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viernes, agosto 05, 2005

Será posible que invariablemnte cada vez que parece que se alivianan mis obligaciones, siento que estoy más ocupado que nunca????

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Jet lag 

El ser humano puede recorrer, con el mejor de los escenarios, hasta 100km por día.
hoy en día, en la mitad del tiempo, recorre 13.000.

Se consiguen frutillas en Julio, uvas en Agosto, los discos antes de que salgan en las disquerías, las películas antes de que se estrenen en el cine...
El diario se lee por Internet, las páginas se actualizan cada 2 minutos.
Las realidades son, y no les importa demasiado lo que uno se detenga a pensar.
Y así, se pueden tomar muchos puntos para analizar los distintos impactos de esa realidad.
lo que a mí más me impresiona es el divorcio que termina por realizarse entre las cosas y sus tiempos.
Porque mucha gente reflexionó antes que yo sobre la separación del trabajador de sus medios de producción, de la alienación en la pérdida del contacto con un producto terminado, etc.
Pero hasta ahora no me crucé con nadie que se haya detenido por pensar en el impacto que genera esa distancia, esa pérdida de referencia con los procesos.
Insisto; no me voy a poner en cuestionador de la tecnología. Es, y punto. Pero el problema llega cuando se cultiva un grado de ansiedad que hace que uno se olvide de lo que es esperar.
satélites, autopistas, celulares, microondas, webcams, fotos digitales, comidas deshidratadas, zapping, control remoto, MP3. Y miles, millones de cosas más que en este momento no me doy cuenta.
Es una burbuja que nos hace olvidar el tiempo. Y cuando el tiempo aparece, desordena esa cadena, como el jetlag. Porque todo el mundo parece darse cuenta del jetlag físico, que se supera, dicen, después de un día por cada hora de diferencia horaria.
Pero del jetlag de la cabeza nadie habla nunca. Estar sin haber llegado ha sido un clásico en mi vida. Será por eso que conozco tanto atacado de pánico? (y por lo que lo provoca, soy un candidato de alto porcentaje). Esta predominancia de la ansiedad en nuestra generación a veces se vuelve jodida...
Son las pelotudeces que a uno se le da por pensar cuando no tiene nada que hacer.

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