Yo, Felipe

Resulta que había una época en la que escribía para requerir un poco de atención y conocer gente. Tenía un montón de links, un montón de gente pasaba y comentaba cosas, y hasta se armaron un par de discusiones copadas.
Pero vino un sacudón de consciencia en algún momento y el blog se clausuró, como le correspondía desde su nacimiento, perdiendo su "clientela".
Después usé el blog como intermediario para decirle cosas a gente a la cual no me animaba a decirle las cosas en la cara.
Y este último tiempo... creo que surgió más como un canal de salida para todas las cosas que viviendo solo se acumulan. Y como nunca nadie comentaba, me resultó cómodo el anonimato; gente que pasa, lee algo y sigue su camino... no creía que hubiese nadie que pudiera quedarse en el estado calamitoso en el que está tanto la estética como la calidad editorial bendita del blog. Pero el blogpatrol demostró que sí; y si alguien que vuelve resulta que es una de esas leyendas de los blogs, primer link de algunos blogs amigos, es bastante elogioso. Gracias por acercarte, Martín; y bienvenido, bajo advertencia de que no son cosas escritas para que le gusten a nadie.
Y de paso los invito a los demás anónimos a que dejen de serlo... así esto se pone un poco más interesante.